T.A.Y DANZA



TECNICA ALEXANDER Y DANZA

Son numerosas las escuelas y profesionales del mundo de la Danza que en numerosos paises de Europa y América han experimentado los beneficios para el movimiento y la expresión a través del cuerpo de esta técnica que cuenta con más de 100 años de bagaje, experiencia e investigación desde su creación por F:M: Alexander.

F:M: Alexander fué un actor y recitador australiano que motivado por su vocación actoral fué capaz de superar, en base a una rigurosa indagación consigo mismo, severos problemas de coordinación y voz que afectaban al desarrollo de su profesión y su vida.

La Técnica Alexander proporciona un profundo conocimiento del mapa corporal y fisiológico para el movimiento y la acción. Dar a cada uno de los músculos el papel que le corresponde evita movimientos con sobretensión o movimientos laxos por falta de tono. trabaja a partir del sistema reflejo muscular que se desencadena al dejar el peso a la gravedad.. El reflejo permite dirigir la acción coordinada con eficacia y sin esfuerzo, con mejores resultados cuanto más conectado está ese peso con la tierra. A través de sus manos y de indicaciones verbales de atención y equilibrio el profesor da a su alumno referencia para permitir el funcionamiento de este sistema.

Un movimiento conectado con todas las zonas corporales como una unidad proporciona una amplitud del torso, libertad en las costillas y ligereza en la respiración. A su vez un torso más expandido se corresponde con una mayor conciencia del espacio exterior, y cualquier movimiento que parta de esa calidad será más pleno, expresivo, fluido, fácil y saludable.

El conocimiento profundo de los mecanismos corporales que proporciona la técnica Alexander permite reconocer y ampliar las posibilidades de expresión del cuerpo humano a través de un código de eficiencia, salud y creatividad, abriendo puertas frecuentemente cerradas por contracturas y hábitos inadecuados de uso.

Cualquier movimiento puede ser realizado desde la información psico-fisica histórica, impregnada de las tensiones generadas en respuesta a situaciones antiguas o desde una mirada ecuánime de la situación o estímulo presente en el momento que invoca la puesta en marcha de mecanismos de resolución libres de condicionamientos, y por tanto de tensiones innecesarias. Aprender a invocar ese estado puede aprenderse y es crucial para una expresión satisfactoria de cuerpo, mente y emoción.

Cuando un bailarín ya tiene un bagaje en técnica Alexander y se encuentra en sus prácticas de danza, identifica sin esfuerzo los momentos en los cuales puede evitar caer en los hábitos que aprisionan los músculos y la expresión.

La técnica Alexander otorga una experiencia práctica y consciente a la cual es posible acudir a voluntad,  proporcionando no sólo un buen uso momentáneo sino también una forma de prevención de lesiones y contracturas a largo plazo a través de la guía de atención en la acción.

La intervención del profesor/a de Técnica Alexander consiste en un contacto preciso y especializado a través de las manos que comunica una nueva posibilidad cinestésica y de coordinación, y/o en una guía verbal de acompañamiento desde la atención y la conciencia en movimiento.


DE LA TÉCNICA ALEXANDER AL CONTACT

El contacto de nuestro cuerpo con la tierra cuando nos movemos en equilibrio provoca una respuesta neuromuscular que nos permite el equilibrio y la acción. Sin ese apoyo no existiría la extensión y expansión de nuestra estructura corporal. Así sucede con los astronautas que flotan dentro de la nave sin gravedad en el espacio. El contacto con nuestras manos o con cualquier otra parte del cuerpo a un objeto implica el mismo tipo de estímulo para nuestro sistema , si bien la respuesta difiere en intensidad según si dejamos el peso en ese contacto o no la organización del mapa corporal y de atención en la respuesta es el mismo. Y también difiere esa intensidad según cual sea la parte del cuerpo que hace contacto. Por otro lado la calidad de la respuesta también difiere si hacemos contacto con otro cuerpo vivo. Sin embargo la respuesta intra corporal, es decir , la manera en que el cuerpo espontáneamente debe organizarse para que ese estímulo repercuta de modo orgánico, no varía en función si el peso entregado o recibido es mayor o menor o si el contacto es con el suelo, objetos o personas. Por ejemplo, nuestra respiración y la unidad corporal buscan en cualquiera de los casos por igual la homeostasis, la es decir, vuelta al orden original. La columna vertebral busca recuperar su longitud y curvatura, las costillas su extensión contracción original etc.

Esa vuelta a la organización o conexión original, al estado neutro, donde no hay nada que hacer o sostener con esfuerzo, asegura el mantenimiento de la flexilbilidad en nuestra estructura fisica y a menudo hablamos de las fascias para ilustrarlo. A otros niveles podríamos hablar de la capacidad de estar en contacto con otra persona sin menoscabar involuntariamente nuestra presencia, el contacto con nuestro ser.

Ahora bien esa vuelta suele estar obstaculizada por los movimientos hábituales repetitivos que generan tensión y bloqueos deteriorando nuestra percepción de lo que es el estado de reposo, razón por la cual necesitamos reaprender cuál es el itinerario espontáneo que asegura esa homeostasis natural. El deterioro de la percepción es clave y ahí es donde la Técnica Alexander incide. En un primer estadio es muy necesaria una referencia externa, que no esté basada en la propia sensación para permitir un nuevo patrón de movimiento. Y para ello necesitamos parar, poner atención, y una vez identificado el camino de vuelta "a casa" dejar que el movimiento ocurra, dar permiso, sin fuerza, con peso, a la respuesta espontánea del cuerpo, que siempre será una que respete el orden primario del organismo humano: cabeza libre para iniciar el movimiento y columnna vertebral y extremidades conscientes para organizarse en consecuencia a esa demanda de la cabeza. Este será la clave, junto a la apertura de la mirada periférica en el uso de los ojos, para salir de cualquier situación de "peligro" "desequilibrio", "nudo corporal" en la danza con otro...etc de un modo ligero y fluido. En resumen: gravedad, respuesta antigravitatoria organizada y atención a través de la mirada.

La mirada periférica va asociada además a la atención al entorno, a otros estímulos imprevistos que puedan llegar de otros danzantes y que requieran la ampliación del abanico de la conciencia, sin por ello dejar de atender a la propia integridad y equilibrio, al espacio disponible, a una situación de emergencia, en su caso al público...etc.

Un caso clásico de estudio del "contact improvisation"es el apoyo del peso al hacer figuras de levantamientos. Cuando un compañero bailarín nos ofrece su estructura para apoyarnos son importantes dos cosas: una que la estructura sea estable y fuerte y que el peso que se apoya sea bien distribuido durante el contacto en todo momento para que la estructura base no pierda su equilibrio y podamos sentirnos seguros en "volar" sobre él.
Un peso bien distribuido en todo momento quiere decir que en al subir a la estructura no ejercemos ninguna presión si no que trasladamos nuestro peso sobre nuestro propio apoyo en el suelo hasta que se da un contacto total de los dos centros de equilibrio. Ahí dejar el peso no supone nuevo traslado ni presión, sólo entrega, que será recibida sin esfuerzo si el compañero soporte está igualmente trabajando en la atención de su equilibrio sobre sus puntos de apoyo eficaces y por tanto sin esfuerzo ocasional. Es clave, como decíamos al describir los principio de la Técnica Alexander anteriormente, la organización desde la libertad de la cabeza, la longitud de la columna y la mirada abierta, para no ejercer presión, saltar o colisionar sin escucha a la capacidad de ambos de mantener una efectiva coordinación. Esta es una práctica que fortalece tremendamente la espalda, la capacidad de atención y concentración y la confianza en uno y en el apoyo externo. Por tanto también de la capacidad de relacionarnos con otros y con el entorno, aspectos más allá de lo físico que también generan y nutren la motivación a muchos de los practicantes del "contact".

La capacidad de quedarse en quietud en una posición del tipo descrito en el párrafo anterior, requiere de confianza en que "algo pasará" que abra la figura y el peso de nuevo se reparta en dos centros de gravedad sin perder cada uno la conexión con su equilibrio hasta estar de nuevo en dos centros y de inmediato en alerta individual. Y esta es la semilla de la improvisación. El poder esperar y confiar a la escucha de cualquier estímulo que naturalmente decante una situación hacia otra sin prejuiciar lo que pasará si no desde la escucha a una respuesta del momento.